Cuidando al cuidador

La persona que se dedica al cuidado del otro, merece un reconocimiento especial, tanto por su labor profesional como humana. Toda persona que cuida, apoya al bienestar del otro, y en suma, ayuda a tejer una red de solidaridad y supervivencia que nos hace sentirnos protegidos.

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 Y como todo en la vida, la mejor forma de establecer un buen vínculo, se da en un marco de equilibrio, debes cuidar al otro como a ti mismo, este equilibrio debe permanecer sin romperse bajo ninguna condición. Entender los límites y manejarlos es imprescindible para un buen desempeño como cuidador, solo una persona sana puede hacer un buen trabajo. Poner límites no es un acto de egoísmo sino de inteligencia emocional, que permite dar un espacio de respeto mutuo tanto al otro como a ti mismo.